No es una pared de la sala de exposiciones de Telefónica. Es una pared junto a la zona de quirófanos y la sala de reanimación, en la segunda planta del Hospital Virgen de la Vega, Salamanca.
Es un teléfono modelo Heraldo, en perfectas condiciones de conservación; excepto que alguien debió pensar que le podían servir las tapas roscadas de auricular y micrófono.
Un teléfono antiguo. Años atrás debió sonar. Quizá mucha gente lo descolgó para saber cómo se encontraba el paciente tras la operación. Quizá para hablar con algún familiar que estuviera en una habitación. Una llamada, una respuesta.
Ahora nadie se fija en él. En la era del iPhone 6 Plus ahí sigue. Junto a la flecha de salida, salida de emergencia, su futuro inmediato. Va y viene gente. Al lado los familiares esperan. Operaciones más o menos delicadas pero el tiempo siempre pasa igual de lento.
A partir del próximo 24 de mayo muchos teléfonos se parecerán a este porque no volverán a sonar. Al menos, el de la foto tiene cerca a los servicios de reanimación.