En tiempos de pandemia, con miles de muertos a causa del coronavirus, todo ha cambiado. “Vamos a salir menos, más pobres y cada uno a lo suyo”. Al menos, .así de claro lo tiene y así de contundente se muestra César Carballo, adjunto del servicio de urgencias del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en una entrevista publicada en Zenda.
Seguimos sin acostumbrarnos al distanciamiento social, no digamos ya a las mascarillas, a seguir sin acercarnos, sin poder estar más cerca de los que queremos, en algunos casos ni despedir pudieron a los suyos que fallecieron por el virus. Y seguimos echando de menos los abrazos, sentir el calor y el cariño de otra persona, eso que era tan cotidiano, tan necesario y que, ahora, es imprescindible.
Y con abrazos en forma de poesía podemos encontrar a Javier Ruiz Taboada en su libro ”Hasta donde nos lleven los abrazos”, publicado en Espasa Poesía. Taboada es locutor, periodista y escritor; quizá la primera faceta es la más conocida: lleva 30 años trabajando en Onda Cero Radio, y su voz se puede escuchar en publicidad radiofónica y en la megafonía de El Corte Inglés. Siendo una de las grandes voces (versátil, cercana, irónica…) merece la pena echar un vistazo a esta última obra suya.
Aquí más sentimientos en palabras:
– “Lo mejor del amor son los comienzos.
Los abrazos sin más escapatoria
que estrecharse hasta caer fundidos.
Lo mejor del amor somos nosotros
reinventando la vida paso a paso”
– “No hay tiempo que perder
y mucho por ganar,
por sentir, por probar.
Hay que atreverse a todo,
incluso a ser felices,
a tomar decisiones
hoy que todo es ahora.
Mañana es un segundo
que llega con retraso”
– “Cuando parezca que pasó el momento.
Cuando la vida pese golpe a golpe.
Cuando se asfixie el aire que respiras.
Cuando no puedas más de echar de menos.
Cuanto todo parezca estar perdido
… recuerda que siempre, por encima de las nubes,
brilla el sol”
– “Y lo bueno y lo malo
es que la vida sigue.
Que lo nuestro es seguir,
remendar bien las cosas
que no tienen arreglo.
Hay que seguir.
Saliendo a correr cada mañana
para no perder la forma,
sea cual sea la forma
con la que cada uno se conforme”