¿Cuántas marcas recuerdas haber visto hoy?. Ya sea en un medio de comunicación, en producto en una tienda, en anuncios, etc. Puede ser que asociemos la marca a un logotipo o a una identidad empresarial, pero las marcas van más allá porque incluyen creencias, pensamientos, percepciones, etc. Y, sin duda, transmiten valores; lo más apreciado en estos tiempos de tantísima solidaridad que estamos viviendo.
Todo ello desde la coherencia y desempeñándose de forma ética y responsable. Con una estrategia bien trabajada. Y que debe tener en cuenta la diversidad en marca y producto de la compañía; me refiero a una coordinación en ése abanico de varias marcas que puede acoger una misma empresa.
No son pocas las empresas que, ahora durante la crisis del coronavirus, están apoyando con todos sus marcas, en diferentes proyectos e inicativas.¿Se ha hecho con criterio?, con criterio de respetar cada una su espacio y público. De ahí la importancia de la arquitectura de marca, como bien recordaba recientemente FutureBrand en un artículo.
Esta agencia de branding advierte de la importancia de coordinar las marcas porque “la convivencia entre las marcas de una empresa no obedece habitualmente a un pensamiento estratégico por parte de la compañía. Suele ser fruto del crecimiento orgánico e inorgánico, que se traduce en la suma sucesiva de marcas sin que haya un criterio acerca del rol que juegan, las jerarquías o la relación que deben mantener entre sí. La dinámica del propio negocio conduce a lanzamientos de producto, aperturas de líneas de negocio, o adquisición de compañías en distintos mercados creando un portafolio de marcas inconexas que en ocasiones resulta caótico e ineficiente“.
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